Building on recent research, this paper recounts the emergence of Catholic women’s activism in favor of the right to abortion in late twentieth-century Mexico. The article argues that contests over legitimacy—specifically, disputes among Catholics about which beliefs are legitimately Catholic—are central to this history. In this case, the article follows Catholic women’s attempts to legitimize their position in favor of the right to abortion and Catholic authorities’ attempts to delegitimize the same idea. The paper concludes with a 1992 episode in Guanajuato that has not received much scholarly attention, when secular and Catholic feminists collaborated. Because these Catholic activists faced opposition from angry protestors, they set up a press conference to dispel any misconceptions and legitimize their own Catholic position in favor of the right to abortion to the Mexican public. The resistance Elvia Neri, a retired Catholic woman and mayordoma for her church, faced led her to share her testimonio, a rare archival source that publicly reconciled a commitment to both the Catholic faith and reproductive rights. Scholarship on feminist mobilization has at least included the work of Catholic activists who advocated the right to abortion. However, these contests over legitimacy have led scholarship on Catholic women’s activism to neglect Catholic perspectives that favor the right to abortion.
Basándose en investigaciones recientes, este artículo narra el surgimiento del activismo de las mujeres católicas a favor del derecho al aborto a finales del siglo XX en México. El artículo argumenta que las disputas sobre legitimidad—específicamente, los conflictos entre católicos sobre qué creencias son legítimamente católicas—son fundamentales para esta historia. En este caso, el artículo sigue los intentos de las mujeres católicas de legitimar su postura a favor del derecho al aborto y los intentos de las autoridades católicas de deslegitimar la misma idea. El artículo concluye con un episodio poco estudiado en Guanajuato en 1992, en el que feministas seculares y católicas colaboraron. Debido a que estas activistas católicas enfrentaron oposición de manifestantes descontentos, organizaron una conferencia de prensa para disipar cualquier malentendido y legitimar su posición católica y a favor del derecho al aborto ante el público mexicano. La resistencia que enfrentó Elvia Neri, una mujer católica jubilada y mayordoma de su iglesia, la llevó a compartir su testimonio, una fuente archivística poco común que reconcilió públicamente un compromiso tanto con la fe católica como con los derechos reproductivos. La investigación sobre la movilización feminista ha incluido al menos el trabajo de activistas católicas que abogaron por el derecho al aborto. Sin embargo, estas disputas sobre legitimidad han llevado a la investigación sobre el activismo de las mujeres católicas a descuidar las perspectivas católicas que favorecen el derecho al aborto.