Este artículo analiza la relación entre la residencia controlada y las formas de explotación de los trabajadores migrantes y asentados en la región agroexportadora del Valle de Santo Domingo en Baja California Sur. Cada temporada, miles de jornaleros llegan a Santo Domingo para vivir en campamentos y trabajar en la cosecha agrícola, que terminará en los supermercados norteamericanos. La mayoría de los trabajadores migrantes provienen de regiones pobres y frecuentemente indígenas del sur de México, que circulan entre regiones agrícolas o se han asentado después de años de ir y venir. Sobre la base de la teoría de la explotación racializada, este artículo analiza el proceso de segregación espacial y el papel que juegan los intermediarios en las relaciones laborales y descarga de la responsabilidad patronal, así como la dominación a través del estigma de los trabajadores indígenas. El análisis de los resultados muestra un modelo de explotación laboral que invade la vida de los trabajadores a través de mecanismos de control formales e informales.
This article analyzes the relationship between controlled residence and forms of exploitation of migrant and settled workers in the agro-export Valle de Santo Domingo region in Baja California Sur. Every year, thousands of farm laborers arrive in Santo Domingo to live in camps and work in the harvest of agricultural produce that ends up in North American supermarkets. Most migrant workers come from poor and frequently Indigenous regions in southern Mexico, circulating among agricultural regions, while others have settled after years of coming and going to this region. Basing my study on the theory of racialized exploitation, I analyze the social process of spatial segregation and the role that labor intermediaries play in shaping labor relations shielding their employers from labor and legal responsibilities, and also discuss how they dominate workers by deploying the social stigma associated with Indigenous peoples. The analysis reflects a labor-exploitation model that penetrates workers’ lives through both formal and informal control mechanisms.